Verdaderas historias de fútbol
Hace mucho tiempo atrás vi una entrevista que Iván Zamorano dio a un canal de telvisión argentino, en donde contaba su paso por segunda división: “En el ascenso daban duro” fue lo que dijo. Pero en tercera división la cosa es más ruda.
Mientras continúa la cuenta regresiva para mi examen final, fui hoy al estadio a ver el “clásico” del fútbol de la frontera: Malleco Unido de Angol versus Iberia de Los Ángeles. Estos dos equipos, y estas dos ciudades, se toman algo en serio este encuentro, por lo que no es raro que hoy el estadio de Angol haya tenido una gran afluencia de público: 1300 espectadores controlados con una recaudación de un poco más de un millón de pesos.
Mientras continúa la cuenta regresiva para mi examen final, fui hoy al estadio a ver el “clásico” del fútbol de la frontera: Malleco Unido de Angol versus Iberia de Los Ángeles. Estos dos equipos, y estas dos ciudades, se toman algo en serio este encuentro, por lo que no es raro que hoy el estadio de Angol haya tenido una gran afluencia de público: 1300 espectadores controlados con una recaudación de un poco más de un millón de pesos.
Acá la fiesta es como en pueblo chico: la gente llegando con tranquilidad, sin detectores de metales ni nada por el estilo. Las dos radios AM de la ciudad (tenemos FM’s por si acaso) transmitían este gran encuentro. Con una cortina musical rasca, como aquellas de las radios de Santiago de hace veinte años, Radio Los Confines comenzaba a transmitir desde el Estadio Alberto Larraguibel Morales (llamado así en honor al hijo ilustre de la ciudad, quien tiene el record mundial de salto alto a caballo, con 2,47 m)
Las tribunas son de primera categoría: en la escala de las maderas podridas, no hay nada como ellas, pero igual soportan nuestros fornidos cuerpos agazajados por toda clase de estofados, asados y cazuelas que nos gusta consumir en estos lados de nuestro país.
Volver al estadio es volver a mi infancia. Los mismos próceres de siempre están acá en algún lugar de las tribunas o alrededor de la cancha. Cuántos partidos vine a ver con mi papá, … cuántas pichangas armé con otros niños, cuántas bebidas tomé, y cuántas puteadas tiré en este recinto.
Pero igual nos hemos modernizado: tenemos mejor sistema de amplificación, y ya no se le pone el micrófono al parlante de la radio casette para escuchar música en los entretiempos, ya que los CD players y las mesas portátiles de sonido llegaron para quedarse. Donde guateamos como campeones es con los números para los cambios: ni soñar con la pizarra electrónica, así que nos debemos conformar con letreros de cholgúan mal pintados.
Las “barras bravas” también se hicieron presente: Los Boca Sekas de Iberia son bastante organizados, brindando buenas salidas a su equipo, a pesar de que pocos barristas vinieron al encuentro. La verdad, no recuerdo el nombre de la de Angol, pero hace como 14 años atrás, eran muy famosos “Los de acá”, con un grito muy ordinario, que me veo en la obligación de escribir en el cyberspacio:
“Atención los de acá,
vamos a hacer el amor,
sin compasión, sin condón
a XXX pelá con la XXX pará.
Ceachei, chi, le, chi chi chi, le le le,
Malleco Unido de Chile”
Esto es para que vean el nivel cultural de la zona.
Mención especial merece “El Coligüe”, el curadito simpático que siempre llega a alentar a Mallequito. En todos los partidos recorre las tribunas tratando de organizar al público, con muy mal resultado. También Coligüe ha sido objeto de la modernización, ya que hoy llegó con un bombo, y una botella plástica en la mano para percutirlo.
¿Se han fijado que no he hablado de futbol?
Malleco estuvo a punto de subir a primera división por allá a comienzos de los años 80, pero por falta de infraestructura de su estadio no se pudo. Hasta el año 1988 Malleco jugó en segunda división, y el descenso a tercera división lo jugó no más ni menos con Audax Italiano, el mismo equipo que este año jugó la Copa Libertadores y que el año pasado salió segundo en el torneo de clausura. Desde entonces, deambulamos por los potreros.
Estuvimos a punto de volver a segunda división, el 15 de diciembre de 2002, cuando jugamos con Trasandino en Los Andes. Yo estaba viviendo en Estados Unidos con mi familia por ese tiempo, y por Messenger le avisan a mi hermana que Malleco le estaba ganando 3 a 2 a Trasandino, y con eso volvíamos a la 1era B.
Copio textual del diario La Cuarta la razón de nuestra desgracia:
Mención especial merece “El Coligüe”, el curadito simpático que siempre llega a alentar a Mallequito. En todos los partidos recorre las tribunas tratando de organizar al público, con muy mal resultado. También Coligüe ha sido objeto de la modernización, ya que hoy llegó con un bombo, y una botella plástica en la mano para percutirlo.
¿Se han fijado que no he hablado de futbol?
Malleco estuvo a punto de subir a primera división por allá a comienzos de los años 80, pero por falta de infraestructura de su estadio no se pudo. Hasta el año 1988 Malleco jugó en segunda división, y el descenso a tercera división lo jugó no más ni menos con Audax Italiano, el mismo equipo que este año jugó la Copa Libertadores y que el año pasado salió segundo en el torneo de clausura. Desde entonces, deambulamos por los potreros.
Estuvimos a punto de volver a segunda división, el 15 de diciembre de 2002, cuando jugamos con Trasandino en Los Andes. Yo estaba viviendo en Estados Unidos con mi familia por ese tiempo, y por Messenger le avisan a mi hermana que Malleco le estaba ganando 3 a 2 a Trasandino, y con eso volvíamos a la 1era B.
Copio textual del diario La Cuarta la razón de nuestra desgracia:
“Pero en Los Andes, con el golazo del portero local Alberto Valencia, casi de la mitad de la cancha, Trasandino consiguió el empate 3 a 3 y dejó a los sureños pateando la perra y pataleando contra el saquero, ya que con ese gol se esfumaron los sueños de irse por un tubo a la Primera B”
Como en el minuto 47 del segundo tiempo, me contaron después, que este arquero en un intento desesperado vio a nuestro golero algo adelantado, y pateó con fe, logrando lo imposible. Días después quedaba la última oportunidad en Puente Alto frente al equipo de Copiapó, pero Malleco, desmoralizado, perdió como por 6 a cero. En parte entiendo a los jugadores de aquel entonces.
Hoy tuvimos mejor suerte, ya que nos quedamos con el clásico, 2 por cero, con muy buenos goles, a pesar que no mucha claridad futbolística se vio en el partido en ninguno de los equipos. Volví al estadio con mi papá y mi primo chico, en auto, no como lo hacíamos con mi viejo hace ya varios años atrás. Lo más importante de todo, es que en esencia, todo sigue igual, y eso de alguna manera, me gusta.
Visiten http://www.mallecounido.cl
Canción recomendada:
Recomendaré algo nada que ver con fútbol, un tema de Nelly Furtado, Meneater (rica Nelly Furtado) Vean el video, porque ella es… rica.
3 Comments:
jajajajajja el gritito q tenian!...mis compañeros de cuarto medio cuando jugaban tambien tenian un grito...
saidjaiohfaof aaaah
kjsdhfkfhai aaahhh
dfkjhdfiuh frdksjfhiufh!....
no se le entendia nada de lo que gritaban...
amo tu blog, cuando leo lo que escribes siento como si un escritor nobel relatara hechos cotidianos =) eres coomo una cancion de silvio rodriguez...que dice "hablar como un árbol con mi sombra hacia ti"...tu eres un arbol, sabes mucho, lo arboles saben mucho, estan ahi quietos observando el entorno =)
te quero mucho memorista!
yo tambien soy tu fan =)
saludos
tutu
Y aquí es donde uno desea que la internet no fuera tan abierta, ni tan pública...
Atentamente,
La hermana del memorista que despierta fanatismo.
PD: Silvio Rodriguez? jaja! resulta que ahora eres de la trova cubana!!
Por la moral, por la moral, por la moral... por la razón... ¿¿POR LA RAZÓN'?? Esto no la tiene!!!
Bueno, viva el pluralismo y la libertad de enseñanza... y recuerda que la revolución se defiende con los cojones no con el culo!! aguante che guevara?
Yo nunca he sido muy futbolera... pero la dinámica de provincia me hace sentir muy cercana, y si bien no fui mucho al estadio a ver futbol(creo que sólo una vez en Ovalle), ibamos al estadio a correr el odiado y nunca bien ponderado test de Cooper... y la descripción del estadio me recordó demasiado al de mi Ovallito local... Y creo que sí hablaste de fútbol desde el principio... después de todo, sin todo eso, queda un deporte más, no el fútbol... así por lo menos para mi llegó un momento en que entendí la pasión que ustedes (los machos, por si acaso) le ponen a esto... sin las historias, no habría tanta pasión ni tanta nostalgia... no crees?
Gracias por el posteo^^
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