Sunday, May 13, 2007

The Final Countdown



Mucha agua ha pasado por debajo del puente de mi vida, y no había tenido tiempo para actualizar mi blog, pero creo que con todas las noticias que he recibido en estos últimos días, vale la pena hacer un pequeño esfuerzo.

¡Tengo trabajo! Así es, finalmente los locólogos no me encontraron nada, tal cual como una comentarista de mi blog lo vaticinó. Mi jefe dijo que siempre ha aparecido en estos análisis, y en mi caso también, “una baja tolerancia al fracaso” y por lo que me dijo, él se preocuparía mucho si la cosa fuese al revés.

En fin, la pega no es la que siempre soñé: me voy de controlador de costos de una obra de ampliación de una barra de 220 kV en Charrúa. Si bien estoy cerca de mi casa en el sur (a una hora y diez minutos en auto), el horario de entrada no me permite viajar todos los días en bus y en auto no me sale económico, por lo que tendré que pagar pensión en Cabrero, que queda a 10 minutos de Charrúa. El sueldo es bueno, así que por ese lado compensa lo poco eléctrico de la pega, pero agradecido de tener trabajo. Empiezo mañana lunes.

Pero lo más importante de este posteo, es lo que comienzo a contar a continuación:

Chile tuvo un marino, el Vicealmirante Raul Lopez Silva, quien fue el que comandó la Escuadra Nacional para el 78 durante el conflicto de las islas del sur de nuestro país. En el momento más álgido del conflicto, recibió el siguiente comentario de su superior “Ahora vamos en serio. Ándate al Sur y gana la guerra”. Había estado preparando a su Escuadra por un año, simulacro tras simulacro, hasta que llegó el momento en el cual le informó a su hombres que el próximo toque de gong no sería un simulacro, sino que el enemigo estaría al frente. Este marino recuerda haber escuchado decir a sus hombres “Por fin”

Este “Por Fin” es natural: refleja el deseo más profundo de un hombre de poder demostrar que toda su preparación no ha sido en vano, y que ha aceptado que un momento supremo ha llegado.

Durante los dos últimos dos años preparé una tesis. En estos dos últimos tuve al fracaso viviendo a mi lado, y conocí el temor a no ser capaz de terminar una tarea emprendida. Gracias a Dios esto no pasó.

También tuve una suerte de simulacros: La presentación de mi trabajo a Guillermo González, Piero Bonissone y ahora recientemente la teleconferencia con los expertos en combustión de GE en Atlanta me han preparado para poder explicar mi trabajo, pero es sabido por los que leen mi blog que lo único que quiero es poder defender mi trabajo frente a la comisión de mi titulación.

La próxima vez que presente mi trabajo no será un simulacro, sino que será a la comisión de titulación que está al frente.

El Vicealmirante, por suerte, no tuvo la oportunidad de enfrentarse al enemigo, y como él contaría años más tarde, cuando se despidió de sus hombres “si bien el año 78 nos exigió estar muy lejos de nuestras familias y de nuestros amores, también nos permitió el privilegio de estar muy cerca de la gloria”, porque para los hombres de armas, la gloria sólo se consigue en combate.

Al igual que el Vicealmirante, también estuve mucho tiempo lejos de mi familia, pero si Dios me lo permite, a diferencia del Vicealmirante, tendré la oportunidad de conseguir la gloria, de cumplir una meta y un sueño que he tenido desde muy temprana edad, en el cual finalizan los anhelos de una familia.

25 de mayo, 14:30 horas, la fecha que me asignó la Oficina de Títulos y Grados para probar que todo el trabajo de estos años no fue en vano.

La última cuenta regresiva ha comenzado.


Canción Recomendada:

Sólo existe una, de la época del glam… de Europe, The Final Cowtndown

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