Departamento de soltero

El título de esta entrada me recuerda a un querido habitante de mi pueblo natal, que es mi kinesiólogo y el papá de una muy buena amiga, don René Cabezas. Una vez en su consulta, casi 9 años atrás, cuando estaba en la media, se imaginaba que yo algún día estaría en Santiago con mi departamento de soltero.

La semana pasada me entregaron mi pequeño departamento. Si, lo ha leído muy bien, un departamento para mi. Mientras estoy cesante será mi pobre padre quien me “prestará ropa” mientras encuentro pega (esperemos que no se tarden mucho en aparecer las ofertas de trabajo)

El departamento tiene dos ambientes: uno que es cocina comedor y el otro que es dormitorio. Este último tiene un walking closet y un baño.

Para mí, es más que suficiente. Y es grato, sobre todo cuando prendo mis subwoofers, ya que dos parlantes están en el comedor y los otros dos con el subwoofer propiamente tal están en mi dormitorio. De esta forma, todo mi alrededor suena siempre en la misma frecuencia.

Por ahora tengo muy pocas cosas: una cama, un refrigerador, radio y una tele que lamentablemente me salió mala, así que este miércoles me la vendrán a cambiar.

Si se preguntan donde cocino, yo les digo: ¿Se imaginan a mi persona cocinando? Si la respuesta es si, tengo una encimera en donde podría desarrollar mis dotes culinarios. Por el momento, Tottus (o como se llame) me abastece de cereales, yogurt, leche, frutas y verduras. Notará que ninguna de estas cosas necesita mayor preparación.

Ya se que muchos quieren la inauguración. Otros como mi hermana, quieren usar la piscina que está en el piso 20. Les pido un poco de paciencia. Tengo que comprar sillas y algunas otras cosas para que mis visitas estén cómodas. Lo que es yo, disfruto de mi departamento tal cual como está.

Get on your knees!!

No se si alguien vio la película Pelotón, pero hay un momento en que Willem Dafoe se ve abatido, cae de rodillas y alza sus brazos. ¿Es que hay algo más triste que esto en la vida de un hombre? ¿El caer derrotado, como pidiendo explicaiones al cielo? Claro que si: caer de nuevo cuando ya te habías puesto de pie, y creías que ya había pasado lo peor.

Alguna vez conté en este blog que no tuve un buen pasado en la U, pero que hacia el final de mi carrera todo mejoró ostensiblemente. A fines del año pasado la vida me volvió a sonreír y obtuve muy buenas críticas de mi trabajo e incluso la idea del doctorado sonaba fuerte.

Brevemente cuento que postulé a un trabajo, que no me convencía mucho, pero igual fui y me entrevisté y me sinceré con mis posibles empleadores, pero también dejé claro que aperraría hasta el final en caso de quedar. Cuento corto: nunca me llamaron para decirme que no quedé, y supe a través del nick de otro postulante que “I wasn’t the chosen one”.

A esto debemos sumar el hecho que uno de los profes de mi comisión no me entregaba nunca las correcciones, cuando lo único que realmente desea un memorista es titularse…

Si el panorama ya estaba medio oscuro, este pareció aclarar después de un ofrecimiento de trabajo en un proyecto de energías renovables en el sur de Chile, en Chiloé. Super desafiante el trabajo, y todo indicaba que ahora si…

Como buen Charlie Brown, nada podía ser tan bueno… hoy me llaman y me dicen que ese organismo al parecer se reestructurará y que para eso primero se realizará un estudio para ver si la idea es buena o no.

Entre estudio y estudio, yo quedo cesante.

Cesante es aquella persona que no ha recibido remuneración por un trabajo realizado y que busca trabajo y no se lo dan… Si ud. es un flojo de mierda, un vago del alma, un virgen de pulmones, alguien que nunca ha pedido ensuciarse la manos, enójese si lo llaman cesante!! Ud. es un inactivo.

El trabajo para mi no es sólo un medio para conseguir un fin, es una de las múltiples necesidades espirituales que tengo. Si supieran lo mucho que me gusta desarrollar cosas, lo vivo que me siento, entenderán por qué me sentí medio abatido con estas noticias, y por qué estuve a punto de tomar esa humillante postura. Pero aquí, quiero prometerles que daré mi 120% para no caer. Que Dios me guíe y no me deje caer, porque ya estuve así y no quiero volver a ensuciarme mis rodillas.



Canción recomendada:

Además de ser una buena canción, me acompañó en este momento de reflexión: “Time after time” de Cindy Lauper